La Laguna de Huacachina es un verdadero oasis. Como esos que aparecen en los relatos de Las mil y una noches. Una pequeña laguna, rodeada de grandes dunas de arena, palmeras, tranquilidad y una brisa suave.
Por azares del destino, pues en principio nuestra ruta jamás contempló rodear hasta Ica, terminamos pasando una noche en este sitio encantador. Llegamos a ella cansados, como si fueramos beduinos del desierto. Nos dejamos envolver por su calor y sus colores intensos, que al caer la tarde incendian el cielo...
Por azares del destino, pues en principio nuestra ruta jamás contempló rodear hasta Ica, terminamos pasando una noche en este sitio encantador. Llegamos a ella cansados, como si fueramos beduinos del desierto. Nos dejamos envolver por su calor y sus colores intensos, que al caer la tarde incendian el cielo...
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