De pronto, la visión aparece, y es difícil dar crédito...
Decidimos entonces subir al Waina Picchu, la montaña que aparece al fondo... Una escalada de una hora...
Y lo mejor para el final. Macchu Picchu en diferentes planos...
Hasta una pequeña Llama posó para nosotros...
Pablo Neruda lo dijo mejor que nadie... Algo ocurre cuando uno se para en las alturas del Machu Picchu. Es difícil no sentirse hermanado con a historia de esta tierra. Es difícil no sentir que la sangre de uno de alguna forma misteriosa lleva tatuado el signo de América...
3 comentarios:
Guau! que hermosas fotos!
Machu Picchu es un lugar mágico, días después recuerdas haber estado en una ciudad de las nubes...El ambiente, el aire, el sonido, los colores, son como de otro planeta, no?
Recuerdo que en la ciudad, cuando bajas ya a la estación del tren, vuelves a la realidad...
Saludos!
grandes fotos!
tengo la impresión de que al final estas fotos, aunque hermosas, quedaron cortas para lo que fue su experiencia en Machu Picchu.
y eso no sirve sino pa asumir que hagan lo que hagan, su viaje siempre será más grande que la forma en la que lo describan.
sus historias siempre serán más complejas de como las cuenten.
sus encuentros serán más sorpresivos de lo que los narren.
que esa inefabilidad sea un motivo para experimentar más, mejor y con más sentido.
mientras, ustedes sigan compartiendo!
P.
QUE FOTOS!! La verdad, es como si hubiéramos ido un poco con ustedes... un abrazo
Publicar un comentario