sábado, 24 de octubre de 2009

Miradas Cruzadas_Exposición Fotográfica


Antecedentes

Entre mayo del 2008 y junio del 2009 dos parejas mexicanas en sus treintas hicieron un viaje alrededor de Latinoamérica.

El azar los hizo encontrarse a la mitad del camino.

Descubrieron que sus miradas se parecían y sus sensibilidades se complementaban. A partir de entonces se hicieron amigos y continuaron encontrándose el resto del viaje. Frente al espejo de la otra pareja, aparecieron sus rasgos comunes y se revelaron sus diferencias.

Ambos convirtieron el viaje en una experiencia de vida nómada. Un retiro de la agitación de nuestro siglo, la búsqueda de una vida frugal. Un paréntesis de las obligaciones sociales y de las miradas cotidianas de su lugar de origen.

Mientras Chimi y Agnès hicieron una peregrinación hacia la tierra mítica de la Patagonia, revitalizados por el contacto casi permanente con la naturaleza, Jennifer y Arturo adoptaron el espíritu de los juglares, nutridos por el encuentro con la gente en la gran aldea latinoamericana.

Para ambos la ruta fue un largo aprendizaje. En contacto con personas y culturas confrontantes, se reinventaron, se recrearon. Caminaron un sendero interior más sinuoso que la distancia recorrida.

Ahora a la vuelta, comprenden cabalmente lo que les dijo un viajero que encontraron en su camino: Viajar es como escribir en el agua... porque sólo lo recuerdas cuando lo conversas. Si no lo cuentas, es como si nunca hubiera existido...

Así, hacer un recuento del viaje a través de la palabra y mostrar las imágenes que capturaron con sus cámaras se convierte en la última estación de sus viajes.


Quienes somos


Chimi y Agnès articularon Laboratorio en Movimiento, un proyecto ciudadano, ambulante, experimental: una travesía de 30,000 kilómetros de México hasta la Patagonia, en una camioneta-casa que carbura con un biodiesel elaborado en el camino a partir de aceite de cocina usado. A lo largo de su ruta, mientras documentaban iniciativas regionales de desarrollo sustentable y energía alternativa, hicieron de la sustentabilidad un hábito en sus vidas, un instinto.




Por su parte, bajo el signo de Viajes del Corazón, Arturo y Jennifer recorrieron trece países de la región contando cuentos en diferentes foros –teatros, bares, cafés y plazas-- y recopilaron historias a través de la escritura y la fotografía. Pretendían, como los narradores de la antigüedad, trasladar la magia de un lugar a otro, tender puentes entre corazones y propiciar el viaje interior.
Reseña

Quien hace un recorrido a un país extraño tiene siempre una disyuntiva: mirar con ojos de turista o con ojos de viajero.

En nuestro recorrido intentamos alejarnos de la mirada del turista. De las estampas y rostros previsibles. De los lugares mirados y soñados de antemano.

Al conjuntar las fotografías para esta exposición, no quisimos hacer un ejercicio documental –un ojo observador externo-- o un recorrido sistemático por la etnografía de Latinoamérica –visiones de países atravesados.

Así, en nuestra selección de imágenes, quisimos reflejar lo que la fotografía fue para nosotros durante el viaje: un gesto intuitivo y lúdico. Una vía –de pronto necesaria— para atrapar nuestra sensación, para manifestar nuestra emoción del momento. La cámara se convirtió en una extensión del cuerpo, en un vehículo del alma para decir las cosas que se escapan a la palabra.

Elegimos fotografías que revelan (y traicionan) las obsesiones, reflexiones y estados de ánimo que acompañaron nuestros viajes.

Al presentar nuestras Miradas cruzadas en Casa Spenser queremos invitar a los espectadores a hacer un viaje azaroso a través de nuestras fotografías. Incursionar en este recorrido supondrá experimentar un poco la vida del viajero que precisa aventurarse a la incertidumbre, disponerse al encuentro y aceptar que acaso su destino final no corresponderá al que había imaginado al comienzo de la jornada…

1 comentario:

susan dijo...

me parece asombroso lo que hacen el valor de alejarse de su pais pero sobre todo con su pareja, les admiro y les envidio por gran travesia.