Paseamos por Polanco. Viajamos a Tepoztlán y a Tequisquiapan en donde están los prospectos de nuestras casitas de descompresión.
Visitamos lugares por los que hemos pasado mil veces antes.
Sin embargo yo los veo con renovado asombro. Lo huelo todo. Lo siento todo. Lo escucho todo.
Todo me asombra.
Se me ocurre que nos marchamos para poder regresar y verlo todo como si fuera la primera vez…
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