lunes, 23 de marzo de 2009

Siete edificios emblemáticos de Montevideo

Palacio Salvo
Cuentan que a Le Corbusier le resultó tan horrendo que a alguien que lo inquirió mientras lo miraba detenidamente le dijo que estaba calculando desde qué angulo convendría bombardearlo...

Teatro Solís
Su nombre se debe al navegante español que descubrió el Río de la Plata. Alberga artes escénicas y música. Es uno de los más elegantes en Montevideo.


Hotel Oriental
Cuentan que el poeta Roberto de las Carreras frecuentaba a sus amantes en las habitaciones del hotel. Ahí componía largos poemas en donde hacía la apología de la infidelidad. Destilaba en su obra la mala experiencia infantil de haber sido abandonado por un padre negligente, y justificaba así también los múltiples adulterios de su madre. Él mismo se convirtió en un seductor y robaesposas flagrante, al punto en que un día fue baleado por un esposo herido. Su apología se convirtió en profesía, cuando su propia mujer le puso los cuernos. Cuentan que algún día en su madurez, su madre, en pleno arranque de locura, envuelta en una tristeza absoluta, arrojó desde uno de los balcones del Oriental, su fortuna entera en monedas de oro a la calle...


Politécnico nacional
Cuentan que de manera devaluatoria fue bautizado la Universidad del Trabajo, pues además de que prevalecían las carreras técnicas, los alumnos del poli tenían que chambear para pagar los estudios, a diferencia de los de la universidad, que siempre fueron más pijos y ostentaban un supuesto caché académico...

Catedral
Cuentan que bien temprano en el siglo XX, el presidente progresista y liberal Josè Batlle y Ordòñez organizó en la explanada de la catedral, en plena cuaresma católica -vigilia y ayuno de por medio- un asado multitudinario. El tenor laico y desafiante de aquel presidente parece ser emblemático del espíritu uruguayo. Hay quien sostiene que la ritualidad religiosa ha sido sustituida en el Uruguayo por una serie de rituales laicos en los que se ensalza la amistad como valor primordial -asado y mate entre ellos...


Trinity Church
Al parecer tiene fama de ser un recinto de encuentros improbables: típicamente al cuarto para las ocho, cada domingo, solían encontrarse y convivir brevemente los aristócratas ingleses que acudían a misa de siete en inglés, y un reducido grupo de prole montevideana, que acudía a la misa de ocho que se oficiaba en castellano...


Universidad de derecho, a unas cuadras de Tristán Narvaja

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