martes, 19 de mayo de 2009

Tom Silva, Fotógrafo


I am a big believer in the power of amateur art. Some of the greatest auteurs remained amateurs through their life -- technically unskilled, rustic in their formal choices but also very brave and willing to take chances in ways that more accomplished craftsmen wouldn't. Robert Bresson, the French director, was an amateur as is Laurie Anderson, the avante garde artist, and -- to pick an example from pop culture--the indie band, Neutral Milk Hotel.

I came at photography very much as an amateur. I never set out to master my equipment or create flawless images but to use photography to reveal. This has been the singular fixation in all of my creative work: why people do the things they do. The way our character motivates our journey through life. Ten years ago, I made a film about young, highly-educated, upwardly mobile Americans caught in a loveless marriage. I tried to reveal the ways people communicate in private and public spaces.

I think I've tried to do the same thing in my photography. My photographs attempt to see people in private moments, often in that transition between rest and motion when we can observe their spirits being revealed, People are essentially mysterious to me. I think we're mysterious even to ourselves. Children can become old people in their gaze or their tone of voice. Adults can be playful and be pretenders, like actors in a performance. There is a comic, carnival-like quality to some of the people I've photographed.

I've also noticed that different places produce very different photo essays. Environments can be quiet and reserved or colorful and boisterous, just like people. Places evolve and pulse like living organisms. They change under observation. They withhold and reveal secrets when they choose. The photographers responsibility is to be respectful and attendant to that. And always, to retain the open, accepting gaze of an amateur.

Tom


Cherub, Mopti, Mali


Echoes of Fascism, Rome, Italy


Sandgirl, Timbuktú, Mali


Señoras, Santiago, Chile


The kiss, Rome, Italy


Jacob´s Ladder, Zion, Utah


Halo, Valparaíso, Chile


Voayage to Timbuktú, Mali

1 comentario:

jb@ap dijo...

Traducción al español del texto de Tom Silva:

Soy un gran creyente del poder que tiene el arte amateur. Algunos de los más importantes autores se mantuvieron en esta condición a lo largo de sus vidas – rudimentariamente técnicos, rústicos en sus elecciones formales, pero también llenos de valentía y dispuestos para tomar riesgos en formas que otros artistas más completos nunca hicieron. Robert Bresson, el director francés, fue un amateur, igual que Laurie Anderson, la artista vanguardista, y –para tomar un ejemplo de la cultura pop--, la banda hindú, Neutral Milk Hotel.

Llegué a la fotografía en gran medida como un amateur. Nunca me propuse contar con el equipo más sofisticado o crear imágenes perfectas, sino más bien, utilizar la fotografía para revelar. Esta ha sido la fijación singular de toda mi obra creativa: por qué las personas hacen las cosas que hacen. La manera en que nuestro carácter motiva nuestro viaje a lo largo de la vida. Hace diez años filmé una película acerca de una pareja de americanos jóvenes, altamente educados y socialmente refinados atrapados en un matrimonio sin amor. Traté de explorar las formas en que las personas se comunican en los espacios privados y públicos.

Creo que he tratado de conseguir lo mismo a través de mi fotografía. Mis imágenes tratan de mirar a las personas en sus momentos privados, frecuentemente en el momento justo de la transición entre el descanso y el movimiento, cuando sus espíritus se revelan. Las personas son esencialmente misteriosas para mí. Creo que somos misteriosos para nosotros mismos. Los niños pueden tener rasgos de viejos en sus miradas o en su tono de voz. Los adultos pueden ser juguetones y pretenciosos, como actores que están actuando. Existe una cualidad cómica, carnavalesca de algunas personas que he fotografiado.

También he notado que diferentes espacios producen ensayos fotográficos distintos. Los ambientes pueden ser quietos y reservados o coloridos y bulliciosos, de la misma manera que lo son las personas. Los lugares evolucionan y palpitan como organismos vivientes. Cambian cuando se les observa. Guardan y revelan secretos caprichosamente, cuando ellos lo eligen. Es la responsabilidad de los fotógrafos el prestar atención y respeto a esa circunstancia. Y mantener siempre la apertura, la mirada dispuesta de un amateur.