sábado, 16 de mayo de 2009

Las casas de Pablo Neruda

Al llegar a Santiago descubrimos que para visitar la casa de Pablo Neruda era necesario hacer tres recorridos en tres ciudades distintas pues el poeta tenía una casa en la capital, otra en Valparaíso y una última en Isla Negra. Ésta era, sin duda, la que más llamaba nuestra atención. Quizás porque el nombre mismo resultaba poético.

Pero ya que estábamos en la capital decidimos también visitar la casa conocida como “La Chascona”. La Chascona, cuentan, era el apodo de Matilde, quien durante muchos años fue amante de Neruda. De hecho, la casa fue construida para tenerla ahí. Ocultarla, dicen algunos, pues durante esos mismos años Neruda estaba casado con su segunda esposa.


Todas las casas de Neruda tienen un factor en común. Todas tienen un aire marítimo pues el poeta era amante del mar. Aunque, según nos cuentan, tenía pavor del agua y había aprendido a nadar siendo ya un adulto. Pero esto no impidió que continuara creciendo su romance con el mar. Neruda se convirtió en un marinero de tierra firme y construyó sus casas como si fueran barcos. Puertas pequeñas y angostas, techos curvos, ventanas redondas. Y fue llenando los espacios con objetos marítimos: caracolas, mascarones de proa, timones, botellas con barcos en miniatura, mapas de navegación, anclas...



Al entrar en sus casas uno puede sentir esta fascinación -que puede llegar a rayar con lo obsesivo- por el mar. Una fascinación que se deja sentir en cada rincón de su casa y que se cuela a través de su poesía. Se deja ver en cada tonalidad de azul que elige para decorar las paredes. La colorida casa de un artista que adornaba su mesa con copas verdes, azules, rojas y amarillas, pues decía que en ellas hasta el agua sabía exquisita.



¿Quién puede convencer al mar
para que sea razonable?*

Y también, ¿quién podría convencerlo a él para construir una casa convencional? Seguramente nadie. La Chascona fue construida por varios arquitectos que iban adivinando los caprichos de Neruda y en su imaginación diseñaban espacios que asemejaran un barco en altamar en medio de la capital chilena. La casa es verdaderamente una mezcla de estilos que, sin embargo, resulta armoniosa a la vista. Cada parte hecha con el mejor esmero, con dedicación, con pequeños detalles secretos.



La Chascona fue hecha para ocultar a Matilde, sin embargo, cada rincón de la casa estalla con los símbolos de amor que le tenía Neruda. Retratos de Matilde con su pelo rizado (que le causó el apodo de Chascona que significa despeinada). Durante varios años fueron amantes Pablo y Matilde. Tiempo después pudieron casarse y el matrimonio se realizó en la casa de Isla Negra. Esta casa, en un pequeño pueblito a orillas del mar, también asemeja un barco. Pero ésta, a diferencia de La Chascona, tiene una vista envidiable del mar que golpea con fuerza las costas rocosas.



¿Por qué me preguntan las olas
lo mismo que yo les pregunto?

¿Y por qué golpean la roca
con tanto entusiasmo perdido?

¿No se cansan de repetir
su declaración a la arena?*


La recámara de esta casa está hecha en una torre. Es la única parte de la casa que está construida en un segundo nivel (¿cómo la torre del vigía en un barco?). El cuarto, redondo y recubierto de madera, mira hacia el mar donde rompen unas olas majestuosas como en pocos lugares he visto.

El interior de la casa de Isla Negra no deja de tener ventanas y vistas hacia este mar. Las paredes están cubiertas de obras de arte, libros y retratos. Aparecen en varios lugares los poetas y escritores que lo inspiraron: Baudelaire, Whitman, Allan Poe, Gabriela Mistral…

En su escritorio se deja ver un pedazo de papel escrito con sus garabatos en letra verde, pues decía Neruda que escribía con este color que es el color de la esperanza.


¿Es verdad que vuela de noche
sobre mi patria un cóndor negro? *

Pablo Neruda murió once días después del golpe militar de 1973. El golpe que estremeció al país entero con una realidad que hasta entonces les había parecido ajena. Cuentan que Neruda murió de tristeza; que no quiso ser testigo de los horrores que sucederían en su país.

Bajo el régimen de Pinochet fue imposible darle a Neruda, miembro oficial del partido comunista, un funeral honroso. Fue sacado de su casa en un simple ataúd de madera que fue escoltado por sus amigos más cercanos hasta el cementerio general. Durante el camino, sin embargo, se fue corriendo la voz de que había muerto el poeta.

Conforme avanzaba la procesión fúnebre se fueron acercando más y más personas con flores en la mano. Personas que lloraban en silencio y otras que dejaban ver sus lágrimas. La pequeña comitiva se fue convirtiendo en un gran desfile solemne que pasaba con orgullo frente a los soldados armados. Cuentan que aquella ceremonia improvisada se convertiría en la primera manifestación de oposición a la dictadura.

Algunos días después, sin embargo, la biblioteca personal de Neruda en La Chascona sería quemada a manos de la guardia militar.

¿Quién oye los remordimientos
del automóvil criminal?*


No sería sino hasta el año de 1992 que se desenterraría el ataúd del cementerio general para llevarlo a descansar en la casa de Isla Negra. Así lo había determinado Neruda. El poeta y su amada Matilde ahora descansan en Isla Negra mirando por siempre hacia el mar. Y quizás desde ahí, Neruda se sigue haciendo las mismas preguntas que se hacía mientras vivía…

¿Si todos los ríos son dulces
de dónde saca sal el mar?

¿Dónde termina el arcoíris
en tu alma o en el horizonte?

¿Cuándo lee la mariposa
lo que vuela escrito en sus alas?*


*Extractos de El Libro de las Preguntas de Pablo Neruda

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, soy de Capital Federal. Encontré su blog por casualidad, ya que estoy planeando un viaje a Chile para recorrer las casas de Neruda. Como veo que viajaron hace poco, quisiera saber si pueden recomendarme cómo hacer el recorrido, qué es lo que más nos conviene para hospedarnos, etc. Gracias!!!! Gabriela